Los sistemas de climatización de los vehículos convencionales funcionan extrayendo la energía necesaria del motor.
Aprovechando el calor térmico sobrante porque es la única manera de aprovechar el 65% de ineficiencia que tienen, ya que este porcentaje de la energía que producen la pierden en calor generando un aumento de la temperatura
del turismo.
En el caso del vehículo eléctrico, la eficiencia del motor es mayor que el coche convencional. Entre un 75% a un 90%. Aunque se produce algo de calor, no es suficiente para calentar el habitáculo por ese motivo la climatización funciona de otras formas.
Encontramos diferentes sistemas de climatización:
Climatización por Calor eléctrico
Sistema programable que mediante radiadores eléctricos del coche climatiza. Es decir, podemos programar los sistema de encendido cuando el coche esta en reposo y cargándose usando la corriente de
la red eléctrica. Obteniendo una temperatura agradable en el habitáculo
hasta el momento de ponerse en marcha.
La electricidad consumida desde la red es más barata que el equivalente obtenido de las baterías y además conservamos la totalidad de la autonomía del automóvil.
El trabajo del sistema una vez en marcha es tan solo mantener la temperatura.
Calefacción por resistencias eléctricas
Uso de resistencias eléctricas para calentar el aire como los calefactores (electrodoméstico) que podemos encontrar en cualquier casa.
Calefacción por bomba de calor
Este sistema se basa en invertir el sentido del sistema de un aire acondicionado, introduce el aire caliente en lugar de absorberlo. Con un gasto más reducido al no crear el calor desde cero.
Climatización por zona
Con este sistema podemos concentrar la energía calentando por ejemplo el asiento del pasajero y no solo conseguir un amplio ahorro de energía considerable sino que unas mejores sensaciones que el aire caliente.
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